Para quienes ambicionan el poder,
no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio
Tácito
Las candidaturas para cualquier cargo de elección popular no son decididas –por lo menos unilateralmente- por las dirigencias de los partidos políticos, generalmente son el resultado de la conjugación de múltiples voluntades e intereses, pero aun así, el rol que las cabezas partidistas desempeñan es fundamental para el adecuado funcionamiento de la “maquinaria electoral” y hasta el momento han quedado a deber no sólo en la selección de postulantes, sino en el apoyo que deben brindar a sus actuales alcaldes.
Las dirigencias en Quintana Roo transitan entre los conflictos internos, el desempeño de tareas diferentes al trabajo partidista y la búsqueda de candidaturas por parte de los mismos líderes estatales; por cierto, tres de esos líderes ya tienen cargos de elección popular: Raymundo King de la Rosa, por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); José de la Peña Ruiz Chávez, del Verde Ecologista (PVEM) y Gregorio Sánchez Martínez, de Encuentro Social (PES).
Los que están en el gobierno: Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) y sus dirigentes Juan Carlos Pallares Bueno y Jorge Aguilar Osorio, respectivamente, apenas se adaptan al rol de subordinados, pues a pesar de que ya ha iniciado el proceso electoral federal y para el local faltan poco más de dos semanas, no hay claridad sobre la manera en que les serán “recomendadas” las candidaturas a las diputaciones federales, senadurías y las once alcaldías locales, por ello los actuales alcaldes atraviesan la situación más difícil: esperar “la señal divina.”
Llama la atención que el primer partido en dar luz sobre el camino a seguir a sus alcaldes fue el Verde Ecologista, pues ya gobierna más de la mitad de la población estatal en los municipios Benito Juárez y Puerto Morelos, por ello el dirigente nacional, Carlos Puente Salas, dejó en libertad a sus alcaldes para buscar la reelección, solicitando o no licencia, es decir, como mejor les acomode; ¿y los demás? Además de las del PAN y PRD, hay cuatro del PRI y dos de Nueva Alianza (Panal), mucha coordinación no se ve.
El Panal anda más preocupado por la “orfandad” en que están, pues a nivel local se entregaron al gobierno y a nivel nacional ese instituto quedó fuera del Frente Amplio Democrático, así que deberá aun definir su situación, pero sus alcaldes, acostumbrados a caminar “por la libre”, por ahora están “sintiendo pasos”, quisieron jugar solos, pues así se están quedando –claro, al final todos pertenecen al gobernador en turno, allá en las alturas se cierra o abre la llave de los recursos.-
Hay tres partidos que no tienen alcaldes, pero su camino rumbo a las elecciones está bastante “empedrado”: Movimiento Ciudadano es un barco a la deriva, no tiene siquiera dirigencia estatal, acaso Morena es un caso rescatable, aunque su dirigente estatal, José Luis Pech Várguez, ha sorteado múltiples inconformidades locales, tiene la salvedad de que la incorporación de políticos de diverso origen ha sido avalada por la dirigencia nacional y allá se definirán las candidaturas.
Y finalmente el patético caso del Partido del Trabajo y su dirigente, Hernán Villatoro Barrios, que ya tiene prácticamente dos décadas al frente de su instituto y así seguirá por lo menos hasta el 2023, ahí no hay duda sobre las candidaturas, serán asignadas a sus cinco militantes, incluyendo al recién incorporado Juan Ignacio García Zalvidea; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.